La encuesta de Diagnosis devela una actitud pesimista sobre la situación del país en el 75% de la población. Estas personas creen que las cosas en Bolivia no están bien; sobre todo la situación económica. Creen, además, que las cosas empeorarán en los próximos tres años. Los actores políticos que logren devolver la esperanza a amplios sectores sociales, tendrán un importante apoyo electoral de cara a las elecciones del 2025. Devolver la esperanza va más allá del discurso antimasista predominante en la oposición. Las clases medias no votarán por el líder más antimasista; sino quien proponga un proyecto de país que permita creer que las cosas mejorarán en los próximos años.