En esta etapa preelectoral, las propuestas para superar la crisis económica provienen casi exclusivamente de precandidatos de la oposición. Las mismas apuntan a la privatización de empresas públicas deficitarias y a atraer al capital transnacional para dinamizar nuestra alicaída economía. Estas propuestas son rechazadas por la mayor parte de la población, sobre todo en clases bajas, que mantienen la esperanza en la nacionalización y en la industrialización de recursos naturales desde el Estado. Esto explica por qué algunos precandidatos de la oposición no logran seducir a estas clases bajas que conforman dos tercios del padrón electoral. Entretanto, el masismo, sumido en sus pugnas internas, no atina a estructurar un discurso electoral que defienda su propuesta de nacionalización e industrialización, tal como lo demandan sus otrora bases electorales.