A pesar de los bloqueos por las elecciones judiciales, la aprobación de la gestión del Presidente se mantiene en 42% entre diciembre y enero. Sin embargo, es probable que esta aprobación disminuya en próximas mediciones. Como se vio en anteriores informes, lo que no logran las denuncias de corrupción del ala evista, sí lo logra el conflicto social y las turbulencias económicas: la disminución de la opinión positiva y de la intención de voto de Arce, y probablemente, a futuro, la disminución de la aprobación de su Gobierno. La oposición evista le está pasando factura al Gobierno en términos de apoyo social; sobre todo en el estrato pobreza que es el que apoya más a Evo Morales. La inestabilidad social y económica afecta al corazón mismo del discurso y de la imagen de un Gobierno que trata de presentar la estabilidad económica como su principal activo político.