La mayoría de la población entrevistada por Diagnosis tiende a respaldar el discurso del evismo sobre la anulación del Congreso de Lauca Ñ por parte del TSE. Los argumentos del órgano electoral son vistos como "observaciones administrativas" que pueden ser subsanadas. Tienden a ver que la anulación del Congreso es una decisión política fruto de la presión del Gobierno de Arce. Especialmente las clases medias antimasistas temen que la decisión del TSE fortalezca el apoyo electoral a Evo que se presenta como una "víctima" de un gobierno abusivo. Quienes apoyan la realización de un nuevo congreso del MAS son, por de pronto, las clases bajas que respaldan a Arce. Se observa el inicio de la polarización en clases bajas.