Mientras los demás líderes políticos se mantienen estables en cuanto a su intención de voto, Arce subió tanto en la aprobación de su gestión como en su intención de voto durante todo el 2023. La relativa estabilidad económica y social de este año permitió al Presidente mejorar sus indicadores de apoyo en la población. Indicadores que no se vieron mayormente afectados ni por las denuncias de corrupción del ala evista, ni por las críticas de autoritarismo de la oposición partidaria. Arce tiene el apoyo electoral de la clase baja ascedente en tanto que Evo cuenta con el respaldo del estrato pobreza. No compiten por un mismo nicho electoral. El apoyo electoral en la oposición está fracturado por el clivaje regional. Los votantes de Cuéllar y Camacho no están dispuestos a apoyar a un candidato colla. Aunque con menor fuerza, lo inverso sucede con los votantes de Mesa, de Doria Medina y de Reyes Villa; no están dispuestos a poyar a un candidato de tierras bajas. Por de pronto la unidad del voto opositor parece lejana.