Los incendios forestales persisten y 6 de cada 10 bolivianos califican la respuesta del Gobierno como mala o muy mala. No perciben que el Gobierno esté tomando medidas eficaces principalmente por su alianza con los interculturales a quienes acusan de ser los principales responsables de las quemas y desmontes. También se critica que, hasta el momento, el Gobierno no haya derogado las "leyes incendiarias". Estas percepciones no sólo están radicalizando a las clases medias antimasistas; sino que están debilitando el apoyo de clases bajas de occidente al Gobierno de Luis Arce.