Existe una percepción negativa sobre la situación económica. El 57% cree que la misma es mala y el 58% percibe que habrá una crisis económica en los próximos meses. El incremento de precios de algunos bienes por fin de año, la escasez de dólares, y el deficiente abastecimiento de combustibles, que afectan sobre todo a las clases medias, incrementa el pesimismo sobre la economía del país. A su vez, este pesimismo es central a la hora de evaluar la gestión del Presidente. Hay luces rojas: un ambiente pesimista no es el mejor escenario para el oficialismo de cara al periodo electoral al cual el país está ingresando aceleradamente.