Ninguno de los líderes políticos se está beneficiando del debilitamiento del apoyo social al Gobierno tras una etapa de inestabilidad económica y política a comienzos del 2024. Excepto Andrónico Rodríguez, los demás líderes o se han estancado en su intención de voto o han disminuido su apoyo electoral entre 1% a 3% entre enero a marzo de este año. En un escenario donde no hay algún líder que capitalice el descontento social se oberva una tendencia a la fragmentación del voto. Los votantes de Arce, Mesa y Camacho del 2020 están dispersando su voto por diferentes y variadas opciones, a la espera de algún líder nuevo que pueda expresar no sólo su malestar; sino, sobre todo, sus esperanzas de un futuro mejor.