Nuestra sociedad está dividida entre dos concepciones de la democracia: como "redistribución" y como "libertad individual". La primera concepción está presente sobre todo en los sectores que apoyan al Gobierno del MAS. La segunda concepción es dominante en los sectores opositores. Por de pronto, ambas concepciones no están dialogando; tampoco se enriquecen mutualmente. Al contrario, están enfrentadas. Esta es una de las razones de fondo para la ausencia de hegemonía política en Bolivia.