Frente a la realización de dos congresos del MAS, hay una percepción creciente que, al final, el arcismo logrará imponerse al evismo, que controlará la sigla y que impondrá la nominación de Arce como candidato oficial de este partido. La posibilidad que Evo no participe en las elecciones del 2025 aparece como muy probable para el 40% de los entrevistados. La idea subyacente es que el arcismo utilizará todos los medios a su alcance (la Justicia y el propio Tribunal Supremo Electoral) para impedir la candidatura del ex Presidente. Sólo el encogido "voto duro" de Evo, el estrato pobreza indígena del área rural, todavía tiene esperanzas que su líder sea candidato del MAS y vuelva a la presidencia del país.