Después del paro cívico de Santa Cruz por el Censo, el país se desenvuelve en una relativa y precaria estabilidad política y económica. Esta estabilidad ha permitido que en el primer trimestre de este año se incremente tanto la aprobación de la gestión del Presidente, como la satisfacción con la situación del país. Si bien los niveles actuales de ambos indicadores todavía son bajos (36% para la aprobación del Presidente y 27% para la satisfacción con el país), los mismos tenderán a subir si el Gobierno logra mantener cierta estabilidad política y económica. Lo contrario también es cierto: coyunturas de inestabilidad política y económica harán que el apoyo al Gobierno y los niveles de satisfacción bajen vertiginosamente.