Con las acusaciones de corrupción por parte de exministros de Evo como Carlos Romero, se empieza a configurar un escenario político que enfrenta claramente a Evo y Arce por el control del MAS y en pro de la candidatura de este partido para las elecciones del 2025.
¿Quién gana en este enfrentamiento? Ninguno. Pierden los arcistas ya que el Gobierno de Arce comienza a ser tipificado como "corrupto". Pierden también los evistas, puesto que sus denuncias no redundan en un mayor apoyo social a Evo Morales. Todo lo contrario, las acusaciones de corrupción contra Arce, reafirman la imagen del Gobierno de Evo como "más corrupto" o "igualmente corrupto" que el Gobierno de Arce.