El voto se ha dispersado desde las elecciones del 2020 a mayo del 2024. En cada bloque político: masistas de clases bajas y antimasistas de clases medias, no hay alternativas que generen entusiasmo y que vuelvan a concentrar el apoyo electoral. Bolivia se dirige a un escenario de alta fragmentación del voto. No hay un "Milei" o un "Bukele" a la vista que pueda suscitar el entusiasmo y que vuelva a unificar el voto. ¿Podrá aparecer un "líder nuevo" en los próximos meses hasta las elecciones del 2025?. Parece difícil. Si la dispersión y desilución electoral continúan, tendremos un Gobierno extremadamente débil después del 2025, con la consiguiente dosis de inestabilidad y crisis política.