A la mayoría de la población o no le interesa la reunión de opositores en EEUU, o les parece una práctica tradiconal ligada al secretismo y distante de la realidad del país. En la encuesta de Diagnosis se identifica un cambio en las motivaciones del voto opositor del puro antimasismo a la búsqueda de esperanzas para "superar la crisis". El discurso exclusivamente antimasista de Mesa, Camacho y Cuéllar ya no interpela. Esta ruptura entre una demanda electoral opositora que ha evolucionado y una oferta que sigue siendo la misma que el 2019, explica la dipersión del voto opositor y la ausencia de liderazgos capaces de enamorar a los votantes.