Evistas, mesistas y camachistas aprobaron en la Asamblea Legislativa el cese de los magistrados autoprorrogados del Órgano Judicial. Se trata de una medida apoyada por el 42% de la población, mientras que la posición arcista sólo logra el respaldo del 13%. Es una victoria pírrica para el evismo ya que sus propias bases sociales (sectores populares que piensan votar por Evo) se distancian de esta medida. Asumen una postura de "indiferencia". La paradoja radica en que son las clases medias antievistas las que más respaldan el accionar del evismo en la Asamblea Legislativa. Esta "afinidad" entre el evismo y la oposición partidaria puede costarle caro si es que los sectores populares llegan a percibir que hay una confluencia de intereses entre Evo y "la derecha".