La marcha del evismo llega a El Alto y La Paz en medio de iniciales enfrentamientos entre arcistas y evistas. Para el 70% de la población se trata de una "marcha política" que busca imponer la candidatura de Evo Morales, a costa de poner en riesgo la democracia en Bolivia. Un porcentaje similar cree que el ingreso de esta marcha a las ciudades de El Alto y La Paz generará fuertes conflicto sociales. El evismo se encuentra aislado; sólo consigue el apoyo de sus bases sociales (área rural, sobre todo en los Valles). No logra interpelar y menos convencer al resto de la sociedad sobre la legitimidad de sus motivaciones y objetivos. A pesar del aislamiento del evismo, las personas no están dispuestas a apoyar un eventual arresto del ex Presidente. No están de acuerdo con él; pero tampoco respaldan su posible encarcelamiento.