La mayoría de las personas (cerca del 50%) apoyan al magisterio. Lo perciben comprometido con la educación y con las habilidades adecuadas para una formación de calidad. Esta valoración positiva se observa sobre todo en las clases medias que acceden a la educación privada. En cambio, en las clases bajas, usuarias de la educación pública, la valoración del magisterio tiende a ser un poco menos positiva. Con todo, padres y madres de familia reconocen el aporte de los y las profesoras en la formación de sus hijos e hijas, y están agradecidos por ello.