El "empate electoral" entre el MAS y la oposición persiste. El 44% apoya a los posibles candidatos del MAS (principalmente clases bajas de Occidente) y el 43% apoya a los posibles candidatos de la oposición (principalmente clases medias de Oriente). Al interior de cada uno de estos espacios hay una fuerte dispersión del voto con candidatos "emergentes" en cada lado: Andrónico en clases bajas, y Cuéllar y Reyes Villa en clases medias. Quien logre unir el voto en su espacio e interpele a los indecisos (estratos superiores de la clase baja) ganará el 2025. Esta tarea se presenta más viable para el ámbito masista que para el de la oposición.