El jueves 19 de enero, miles de campesinos, indígenas y sectores populares del sur peruano "tomaron Lima" pidiendo la renuncia de la Presidenta, elecciontes inmediatas y una nueva Constitución. Unos días antes, esas autoridades cuestionadas acusaron a Evo Morales de instigar la protesta social. Pocos días después, parlamentarios argentinos calificaron al ex Presidente de Bolivia como un peligro para la región y plantearon seguir el ejemplo peruano declarando a Evo como persona no grata en Argentina. ¿Es Evo Morales un peligro para la democracia regional? ¿Puede liderar un movimiento indígena pan-regional? Las clases medias del país están de acuerdo con el veto peruano al ex Presidente. Al mismo tiempo, estas clases medias rechazan la movilización popular en el país vecino porque "atenta contra la democracia".